Evangelismo/ Creciendo en Cristo

Hay miles, millones de personas que en lo más profundo de su ser están buscando respuestas, a miles de preguntas que constantemente surgen a lo largo de nuestra vida. Muchas de ellas quedan sin respuesta, otras se olvidan, y quedan como lagunas en nuestro corazón.

Tal vez tu eres como yo en este sentido incorformista, no podía aceptar dentro de mi que todo acabara con la muerte, tenia que existir algo mas, no sabia lo que era, pero la búsqueda de una respuesta, atormentaba mi interior. Mi madre desde pequeño me enseño cosas básicas a nivel de religión, pero eso no cumplía con mis expectativas, rezaba el padre nuestro, y algún que otro ave María. Hice la comunión, asistía algún que otro servicio, escuchaba en la escuela, a mis profesores de religión, bueno, todo aquello que un niño de cualquier país llamado cristiano suele hacer ni más ni menos. Pero mi vida estaba llena de un sinsabor que no entendía. Componía poesías y en ellas relataba el estado de oscuridad de soledad, de incomprensión en el cual me hallaba. Aparentemente, todo estaba bien, los días las semanas los meses pasaban, es lo normal, pero mi espíritu, me hacia preguntas, parecía como una boca insaciable, que ni el deporte, ni la política, ni las fiestas, podían alimentar.

Había cumplido dieciocho años, me estaba sacando el carné de conducir, ya había hecho algunas practicas en el coche de la auto escuela, y por lo tanto me veía capacitado para llevar un vehículo. Aquella mañana vino a visitarme mi primo Miguel, unos años mayor que yo, el tenia un seat 600 destartalado,pintado de varios colores, y con mas alambres que tornillos, aguantando la chapa, no daba la economía para más. Le convencí para que me dejara dar una vuelta gratis, era una buena ocasión para hacer una practica gratis, después de un no puede ser, de un dejame , tu no entiendes, esta bien. Cogí el coche, pero con la condición de ir por un camino por el cual no había transito, era un camino ce cabras, que corría paralelo a la vía del tren. Todo iba muy bien, primera segunda , tercera, un no ¡corras mucho! ¡ten cuidado! y de pronto en una pequeña curva el coche se salio del camino, intente hacerme con el control pero en un abrir y cerrar de ojos estábamos cayendo por un terraplén de varios metros de altura. No lo puedo explicar, no se que ocurrió. En el aire la puerta mía se abrió, y salí despedido del coche, volé por el aire y fui a caer con mi cabeza y hombro derecho, sobre las piedras de la vía del tren. La misericordia de un Dios infinito, hizo que esas piedras fueran como suaves plumas, caí sobre ellas, podía haberme matado. era mi destino, pero el Dios que cambia, los designios del hombre acudió en mi ayuda. Aquéldesconocido Dios para mi en aquel entonces ya me conocía, desde antes de mi nacimiento y estaba cuidando de mi vida. Mi primo a su vez yacía con su cabeza ensangrentada, dentro del coche, se había golpeado con el salpicadero y las chapas, y exclamaba, pidiendo ayuda, al escuchar mi voz, me pedía a gritos que fuera buscar ayuda.
Pocas semanas después conocí a una joven, y empecemos a salir informalmente, luego supe que asistía por las mañanas a un iglesia evangelica, donde juntamente con un amigo de la infancia íbamos a esperarla a ella y a su amiga, por lo que sin querer poco a poco fuimos entrando a la iglesia y nos sentándonos atrás a escuchar, aquellos aburridos sermones. El tiempo se hacia eterno, pero valía la pena, luego nos íbamos a pasear los cuatro y a la postre compensaba el sacrificio. Quizás no experimentaba, no había pasión en las predicaciones, pero el hecho fue que poco a poco astíamos no solo a los servicios, sino a la escuela dominical, que se realizaba una hora antes, a las diez de la mañana. El profesor de aquella clase me regalo una biblia dedicada, que aún años después conservo. No se como ocurrió pero una mañana la chica con la cual salia, se enfado con el profesor, de tal manera que dejo de asistir a las reuniones y desapareció de la iglesia, corto su relación conmigo, y nunca más la volví a ver. Ella se fue y yo me quede. Semanas mas tarde en aquella misma iglesia, aparecía por primera vez la mujer mas maravillosa, de la cual no pude impedir el enamorarme , y casarme con ella...Continuará.... luis M. quiros